Tensiones entre Criollos y Españoles

 

1_ Portugal creó dos compañías comerciales para volver a controlar el lazo comercial con brasil, que había caído principalmente en manos inglesas. Estas fueron: la Compañía de Pará y Maranhão, en 1755, y la Compañía de Pernambuco y Paraíba, en 1759. Cada una de estas empresas, dirigidas por grandes mercaderes de origen portugués, tenía a su cargo la dirección del comercio exterior de una región de Brasil, se encargaban de vender sus productos en Europa y, además, de proveer de los insumos necesarios y la mano de obra para la producción, en especial, esclavos africanos. Además, estaban encargadas de estimular la producción de diversos bienes de exportación, como el algodón y el azúcar, a través del otorgamiento de créditos a los productores. Sin embargo, la existencia de estas compañías fue breve, ya que con la muerte del rey José, en 1877, el ministro Pombal fue desplazado de su cargo y las compañías fueron disueltas.

Estas compañías tuvieron un mayor apoyo por parte de la sociedad local, ya que también la beneficiaron con los incentivos a la producción de azúcar y algodón. 

2_  Las tensiones entre criollos y españoles comenzó cuando las reformas borbónicas buscaron recortar su poder, ya que el gobierno de las colonias había caído en manos de familias de las élites que, muchas veces desoían los mandatos provenientes de España y gobernaban siguiendo en cambio sus propios intereses. Esto generó un fuerte resentimiento entre los criollos.

Por otro lado, las reformas mercantiles también ahondaron estas tensiones, ya que favorecieron a nuevos grupos de comerciantes de origen peninsular y, en algunos casos, perjudicaron a ciertas producciones locales. La expulsión de los jesuitas también generó descontentos.              

3_ La rebelión de los comuneros ocurrió en el Virreinato de Nueva Granada en 1781. Esta fue una de las rebeliones abiertas causadas por las reformas borbónicas. Allí, la fuente de los problemas fue el aspecto fiscal de estas. Desde la decada de 1770, se había iniciado una presión mayor para regular la producción del tabaco, aguardiente y sal, y a esto se le había sumado la suba de impuestos. Campesinos de origen mestizo, miembros de la elite criolla y algunos indígenas iniciaron entonces una rebelión en la región de Santander (Colombia), que fue rapidamente reprimida por las autoridades coloniales.

4_ A partir de la década de 1960, los jesuitas comenzaron a instalarse en las regiones fronterizas, como en el actual noroeste argentino y sur de Paraguay y Brasil. La compañía de Jesús adquirió en estos territorios un poderío casi indiscutido. Allí se volvieron la única autoridad europea reconocida por los guaraníes y lograron imponer a estos pueblos originarios una organización social y familiar siguiendo patrones europeos, además de evangelizarlos. Las misiones también se consolidaron como importantes centros productivos. Los jesuitas organizaron a los indígenas para el trabajo agrícola y artesanal y se convirtieron en importantes productores de tejidos de algodón y de yerba mate, que exportaban a otras regiones.

La decisión de expulsar a los jesuitas de todo el imperio español fue tomada en el marco de la difusión del regalismo, una corriente de ideas teológicas que sostenía que la autoridad del rey emanaba directamente de dios y, por ende, su poder tenía preeminencia por sobre el de la iglesia.

La expulsión de los jesuitas tuvo importantes consecuencias. Afectó, en primera instancia, a los propios miembros de la orden, muchos de los cuales se vieron obligados a iniciar una vida de exilio. Además, implicó que en Hispanoamérica se disolvieran importantes centros educativos que la orden había instalado. En México, donde constituían una orden muy respetada, de la que formaban parte también muchos miembros de las élites criollas, se produjeron importantes revueltas. Además, su expulsión afectó a los indígenas que vivían en las misiones y que perdieron el marco en el que se habían desarrollado sus vidas hasta el momento. En América del Sur, muchos guaraníes emigraron hacia otras regiones y rechazaron a las nuevas autoridades españolas y portuguesas.